Como todo/as sabéis, durante el último año y medio, hemos vivido un periodo de incertidumbre en nuestros hogares, hemos sufrido con las consecuencias derivadas de esta pandemia, ya bien sea de manera personal o a través de amigos, vecinos, etc. para todas ellos, nuestro recuerdo y cariño. Debido a todo ello, en la Asociación nos hemos visto obligados a cancelar todas las actividades programadas, ya que para nosotros siempre a primado la salud de todo/as lo/as socio/as y amigo/as de la Asociación.
El pasado viernes hemos querido dejar atrás ese periodo de inactividad retomando una de nuestras principales actividades, el “Encuentro Fotográfico Rincones de Cantabria” que organizamos todos los años. En concreto el duodécimo de nuestra historia. Cabe señalar que como peculiaridad no hemos pernoctado en el hotel, para minimizar todo lo posible los riesgos de contagio del COVID-19.
A las 19:00 dimos comienzo recibiendo a los asistentes que fueron llegando a las instalaciones del Hotel Villa Pasiega, en Hoznayo, donde se celebró. Llegado el último de los asistentes, comenzamos con la presentación del ponente Javier Alonso Torre, un prestigioso y reconocido fotógrafo de naturaleza con varias publicaciones y premios en su haber. Toda la tarde-noche la dedicamos a la introducción de la fotografía de naturaleza (técnicas, consejos, etc.), y para dar por cerrada la jornada del viernes, acudimos a degustar una deliciosa cena en el restaurante del hotel. Finalizada la misma, dimos rienda suelta a nuestro conocido ambiente de bromas, charlas fotográficas, anécdotas…alargándose la cena hasta bien entrada la noche, para posteriormente despedirnos y dirigirnos a nuestros hogares con un renovado ánimo e ilusión esperando la jornada del sábado.
A las 7:15 am nos encontrábamos en el punto de encuentro que teníamos previsto para realizar las prácticas, la playa de Trengandín, en el municipio de Noja, bajo todavía una oscura noche y cubiertos de un cielo estrellado presidido por la constelación de Orión, como bien se percató uno de los asistentes.
El arte de la composición se apoderó del salón y, entre comentarios jocosos, el buen hacer de Javier y la visualización de fotografías de ejemplo, dimos por terminada la mañana, pasando a las 2:30 a dar cuenta de la comida que nos tenían preparada en el restaurante, tras la misma y posterior tertulia, nos desplazamos a nuestro siguiente campo de prácticas, Los Urros, un lugar icónico de nuestra región ideal para contemplar el fin del día y donde los asistentes intentamos poner en práctica todo lo aprendido por la mañana, el ir y venir de Javier explicando las imágenes, las exclamaciones de alguno de nosotros cuando el premio de una buena toma nos sonreía, los chistes de otros, las preguntas resueltas entre nosotros, el préstamo de algún filtro fueron los actores principales de una caprichosa tarde que no nos quiso colorear un cielo blanquecino y aburrido que nos obligo a esforzarnos en obtener lo mejor de él.
Sobre las 8 de la tarde nos dirigimos al hotel para cenar, pero ya con los primeros síntomas de cansancio de un pronto despertar, y un día de muchas emociones y trabajo fotográfico. Termina la cena y después de concretar, no sin cierta dificultad el punto de encuentro del día siguiente, dimos por terminada la jornada, con el compromiso de seguir las instrucciones del navegador para no perdemos al día siguiente.
Y como colofón, una buena comida, una larga tertulia, unos fuertes abrazos de despedida y un compromiso de un breve y deseado reencuentro.
Agradecer también la amabilidad y colaboración del Hotel Villa Pasiega y, por supuesto, de todos los asistentes que ofrecieron, como siempre, lo mejor de sí para convertir la jornada en algo inolvidable.
Y este es todo el resumen, para terminar, resaltar el deseo de la Junta Directiva de la Asociación en retomar la normalidad para proseguir con más actividades y de esta manera seguir disfrutando de la fotografía en compañía de todo/as vosotros/as.
Nos vemos pronto, buena luz.
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