También, como
viene siendo habitual en todos los encuentros, invitamos a fotógrafos de
reconocido prestigio y acreditada trayectoria,para que compartan con nosotros
sus conocimientos y experiencias. En esta ocasión contamos con la presencia de dos
fotógrafos, que, tras una gran sencillez y simpatía, se escondía el espíritu de
dos grandes artistas. Juan Tapia y David Santiago, ambos con una demostrada
solvencia en el mundo de la fotografía, y con su visión onírica de la realidad,
nos enseñaron las técnicas y educaron nuestra mirada para acercarnos con la
fotografía al mundo del impresionismo, expresionismo abstracto, etc. ayudándonos
a deconstruir la realidad para trasmitir la esencia de la escena a través de su
gama cromática, de las formas y por supuesto de la luz que ilumina el plató de
la naturaleza, como fieles discípulos de Turner, Kandinsky, Monet, Manet,
Rocko, etc.
Dimos comienzo
al encuentro el viernes a las 7:30, con la entrega de las acreditaciones para,
posteriormente dar cuenta de una exquisita y copiosa cena, que transcurrió entre
las charlas habituales, bromas y risas, continuó con la presentación de los profesores
y una interesante introducción de los temas a tratar a lo largo de los dos
días. Con todo ello dimos por terminada la jornada.
El sábado, con
una mañana lluviosa, comenzamos a las 8 de la mañana con el desayuno para
después dividirnos en dos grupos:uno de ellos se acercó a los pinares de Liencres con
Juan Tapia y otro a Costa Quebrada con David Santiago, donde empezamos a poner
en práctica distintas técnicas de desenfoque y difuminado de la imagen
utilizando una gran diversidad de filtros (degradados ND, artísticos, de
colores, etc.), y técnicas entre las cuales destacó la de utilizar vaselina
para conseguir efectos de movimiento en la imagen. Ya de regreso al hotel,
aprovechamos para ponernos ropa seca, tomar el aperitivo y dar cuenta de un
espectacular cocido montañés que nos tenían preparado la gente del hotel.
Tras
la comida dimos paso a la sesión de la tarde, en esta ocasión todos juntos con
los dos profesores, nos desplazamos al bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal,
un bonito lugar jalonado con enormes Secuoyas, en el que la técnica del
puntillismo fue la protagonista junto con la belleza de una naturaleza
ancestral y evocadora del entorno.Hacia las seis de la tarde nos vimos
obligados a abandonar la sesión debido a la intensidad de la lluvia, que
provocaba una gran incomodidad al intentar realizar las fotos a la vez de
procurar que la cámara no sufrieran daño alguno por el agua, al igual que el
resto del material, y por supuesto nosotros intentar seguir lo más secos
posibles. Regresamos al hotel donde nos ocupamos de secar el equipo, además de
alguno intentar recuperar energías y fuerzas con una buena ducha y unos minutos
de descanso, a la espera de la cena. Alrededor de un café calentito comentamos
la jornada entre diversidad de opiniones y debates que se prolongaron bien
entrada la noche, algunos optaron por una tranquila copa, y otros por un
merecido descanso.
El amanecer
del domingo no presagiaba nada bueno, la lluvia volvía a ser persistente y la
temperatura ya avisaba de la cercanía del invierno, así que optamos con acierto
que los ponentes nos obsequiaran con una sesión de teoría. Comenzó David con
los distintos tipos de objetivos, filtros y artilugios diversos para obtener
como resultado las distintas imágenes cargadas de expresividad que acompañaban
las explicaciones.Después de un breve descanso,retomamos la exposición, esta
vez a cargo de Juan, donde pudimos ver su obra llena de simbolismo y belleza,
animada también con sus acertadas explicaciones.
Llegado las
dos de la tarde dimos comienzo a la comida, era domingo y tocaba paella,
¡algunos repitieron y es que el arroz estaba buenísimo! Finalizada la misma
extendimos la sobremesa hasta bien entrada la tarde donde entre abrazos y
despedidas dimos por cerrado el encuentro fotográfico que para todos los
asistentes fue un éxito, gracias sobre todo al buen ambiente reinante,regalo de
todos los asistentes, incluidos Juan y David, a los que les tenemos que
agradecer su buen hacer y sobre todo la sencillez, de la que hicieron gala, su
esfuerzo para que las explicaciones fueran entendidas.A los dos solo nos queda
decirles que ya han dejado de ser invitados para convertirse en grandes amigos
de la Asociación.
Agradecer
también a todo el personal del hotel por su amabilidad y mención especial a una
de las personas que nos atendió por su espontaneidad, su alegría contagiosa,
hasta el punto de arrancar en todos los asistentes unas risas con momentos muy
simpáticos.
Lo dicho,
gracias a todos los que tuvieron la suerte de asistir a este curso y lamentar
los que se quedaron sin poder acompañarnos por falta de plazas. ¡Os esperamos
en el próximo Encuentro!
Con vuestro
permiso y por supuesto de su autor, Juan Tapia, me gustaría acabar este resumen
con una frase que nos contó, y que creo que todos la
podemos hacer nuestra.
“Pinté la naturaleza sin
saberlo,
la busqué con la imaginación
y la capté con fotografías”
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